Instantes de memoria, dibujando nuestro pasado,
anhelando cada segundo, siempre deseado.
No hay esperanza por haber navegado
solo imperativos por no haberlo conseguido; flotar en sus aguas,
es simplemente la cumbre y parte de nuestro destino.
Paralizar cada momento, idealizarlo y hacerlo nuestro,
es el sabor que nos queda y el deseo
que más tarde nunca llega.
Poseer esa belleza, digna del mejor pintado,
o descifrar esa angustia, propia de un mal resultado,
trae consigo espacios solitarios,
llenos de bruma, oscura y fría por la angustia,
cálida y viva por su hermosura.
Las olas siguen rompiendo y el mar
continua irrigando.
toma en tu alma la sonrisa más preciada y besa la sal mojada,
esperando siempre, que la marea esté
en su más profunda calma…
jueves, 20 de noviembre de 2008
RECUERDOS
Instantes de memoria, dibujando nuestro pasado,
anhelando cada segundo, siempre deseado.
No hay esperanza por haber navegado
solo imperativos por no haberlo conseguido; flotar en sus aguas,
es simplemente la cumbre y parte de nuestro destino.
Paralizar cada momento, idealizarlo y hacerlo nuestro,
es el sabor que nos queda y el deseo
que más tarde nunca llega.
Poseer esa belleza, digna del mejor pintado,
o descifrar esa angustia, propia de un mal resultado,
trae consigo espacios solitarios,
llenos de bruma, oscura y fría por la angustia,
cálida y viva por su hermosura.
Las olas siguen rompiendo y el mar
continua irrigando.
toma en tu alma la sonrisa más preciada y besa la sal mojada,
esperando siempre, que la marea esté
en su más profunda calma…
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