Arduo andar, ese
de avanzar sin mirar atrás…
Sientes macerar
las heridas, que bajo la lluvia pretendes aliviar,
pero sin fruto
temprano, pues el agua que desliza, ajada de rojo, vuelve a llagar.
Difamados
espacios, donde alguien te da paso a considerar,
lo complicado que
resulta ser magnánimo y esperanzado,
pues no hay peor
bondad, que la de un ser ofuscado.
bautizándose un
quehacer encadenado, que si no cesa, o tú no le pones presa,
es probable que te
puedas rezagar.
por esta
lamentable guerra, que tras el cristal,
divisamos como se
va, y más tarde, como se nos acerca.
ya que el rencor
no lleva a nada, y el alma limpia,
refleja el sol como
las mareas.
1 comentario:
...y el alma limpia,
refleja el sol como las mareas...
Yo también me paseo por tu tierra virgen de sentimientos, y me reconforta saber que he acertado a conocer el nacimiento de tu río, cuando todavía era un arroyuelo...un beso de azpeitia
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