jueves, 20 de noviembre de 2008
RECUERDOS
Instantes de memoria, dibujando nuestro pasado,
anhelando cada segundo, siempre deseado.
No hay esperanza por haber navegado
solo imperativos por no haberlo conseguido; flotar en sus aguas,
es simplemente la cumbre y parte de nuestro destino.
Paralizar cada momento, idealizarlo y hacerlo nuestro,
es el sabor que nos queda y el deseo
que más tarde nunca llega.
Poseer esa belleza, digna del mejor pintado,
o descifrar esa angustia, propia de un mal resultado,
trae consigo espacios solitarios,
llenos de bruma, oscura y fría por la angustia,
cálida y viva por su hermosura.
Las olas siguen rompiendo y el mar
continua irrigando.
toma en tu alma la sonrisa más preciada y besa la sal mojada,
esperando siempre, que la marea esté
en su más profunda calma…
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