Pobre indigno, pobre roble
mutado de boca y esfinge
tiene una arruga que le
atraviesa.
No es más, no pesa
sus oídos ya no oyen
y su corazón le encarcela.
En su espalda hay una trampa,
que le vuelca la mirada
indómita y mate
profunda y perfilada.
Lee bajo la lluvia,
escribe en las ventanas
no sabe que el agua
renace, pura y confiada.
Sus dientes ya no muerden,
solo mastica la simiente
entre vómitos, entre llantos
desgarrados y ausentes
de una dulce luz
que un día ocupó su mente.
15 comentarios:
Desgarrador, pero bello....
Como sabes hacerlo....
Abrazos Sea....
El declive.
Siempre llega.
A todos.
Besos.
Hola Hola Sirenita!!
Mi niña, has conseguido que se me encoja el corazón.
Un poema con fuerza y reicindicativo.
Mil felicidades.
Cuidate mucho con este calorcillo!!
Abrazotes gigantes!!
Así, sirena, vamos llenando el pozo del olvido,
con amores cínicos, dolorosos desamores
y sangrantes traiciones, decepciones y agravios.
En este roble seco no obrará la primavera su milagro
no le brotarán las hojas verdes del olmo de Machado,
ni las limpias y puras aguas de tu río
revivirán sus raíces sedientas.
Pobre desgraciado, condenado a tu ausencia!
Pasa que, un día te das cuenta de que ya no eras lo que antes... y en ese decrepito momento, el roble se astilla y la justicia pasa factura a las cosas del pasado, a las malas, porque las buenas si fueron pocas ya quedaron olvidadas... Se fue la dulzura de la luz, que un día ocupó su mente... y queda la oscuridad, el perdón, la humanidad... El desamor.
Un fuerte abrazo, Sirenita.
Veo que no perdiste la esencia... pues yo la verdad esque tengo todo esto un poco olvidado, aver si lo retomo cuando vuelva de Londres... un beso!
bella estructura; pero me queda la duda que un roble pierda asi el horizonte.
saludos!
No tengo versos, sólo un saludo, después de estar tanto tiempo sin pasearme por los tuyos... tus versos.
LLevaba algun tiempo sin pasarme por aquí, y cuando lo hago me encuentro con este increible poema. Un beso
Me gusta como escribes....volveré a pasarme.
Abrazos.
oigo una voz que sigue susurrando y miro y es esa esfinge que se ha marchado de casa para que no vuelva a herirle...
un abrazo, muy buen relato
Ese predicador da lástima,
¿Será que toma conciencia y renace?
Tú sigue de pie, segura de tí...me encantan leerte
"En su espalda hay una trampa,
que le vuelca la mirada
indómita y mate
profunda y perfilada."
las mentes no siempre pueden ser arrebatadoras y diáfanas, siempre se van oscureciendo, y si a eso le añadimos a religión de por medio...
Saludos!
Que bello poema!!.
Me quedè varado en tu blog, realmente està hermoso.
Saludos y volverè a pasar mas seguido a desgustar tus letras
Excelente poema, me encantan, me parecen una obra de arte los dos primeros versos, geniales de verdad. Y el resto se deja llevar en lo desgarrador.
Enhorabuena, escribir un poema como este vale más que un premio literario.
Un beso,
Juanma
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